Nosotros, las organizaciones estadounidenses abajo firmantes, denunciamos y condenamos el golpe cívico-militar en Bolivia y la brutal represión desatada por la policía y los militares autorizados por la autoproclamada “presidenta” anti-indígena de Bolivia, la senadora Jeanine Áñez.
El régimen ha quemado la Whipala, bandera de las naciones indígenas de Bolivia; decretó la impunidad judicial para la policía y el ejército por el uso de la fuerza letal contra los manifestantes; y ha criminalizado a los funcionarios elegidos democráticamente y a los miembros de organizaciones asociadas con el gobierno depuesto. Estos decretos llevaron a la reciente masacre en Cochabamba el 15 de noviembre pasado, en la que la policía y las fuerzas armadas abrieron fuego contra los manifestantes, matando a cinco personas e hiriendo a más de 100, y a la masacre en Senkata el 19 de noviembre, donde al menos 8 personas fueron asesinadas y 30 fueron heridas.También derivaron en el despliegue de agencias de inteligencia militares, policiales y privadas para perseguir y arrestar a un grupo de dirigentes políticos opuestos al régimen golpista.
Demandamos una inmediata investigación por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU), sobre el asesinato de hasta ahora 32 personas y los más de 700 heridos a manos de la policía y las fuerzas de seguridad que se han producido desde el golpe de Estado contra el presidente Evo Morales, el 10 de noviembre de 2019, según cifras de la Defensoría del Pueblo. Exigimos también la liberación de todos los presos políticos.
Apoyamos el llamado del presidente constitucional, Evo Morales, así como de la ONU para crear instancias de diálogo para evitar más derramamiento de sangre; el regreso de las fuerzas de seguridad a los cuarteles; y una investigación sobre los crímenes cometidos por la policía y el ejército, así como contra aquellos que autorizaron el uso de la fuerza letal, de forma que los perpetradores asuman su responsabilidad judicial.
También rechazamos la autoproclamación ilegal como “presidenta” de la senadora Jeanine Áñez, elegida sin quórum y sin la presencia de miembros del Congreso del partido MAS, cuya seguridad está bajo amenaza permanente. Esta autoproclamación también viola el artículo 161 de la Constitución boliviana, según el cual el Congreso debe aceptar la renuncia del presidente para ser válida, lo que hasta ahora no ha tenido lugar.
Instamos al Congreso de EEUU y a la Organización de Estados Americanos (OEA) a que condenen claramente el golpe contra el gobierno constitucional y apoyen el camino del diálogo de forma de aminorar la confrontación que sufre el país.
¡Demandamos el cese de la matanza de indígenas bolivianos inmediatamente!
¡Paz para Bolivia!
Organizaciones firmantes
Fuente: COHA
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